Multimedia | Contacto          
Interior 1/4
Fachada 2/4
Retablo 3/4
La iglesia 4/4

Domingo, 29 de septiembre de 2013

Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós 6, la. 4-7
Así dice el Señor todopoderoso:
«¡Ay de los que se fían de Sión y confían en el monte de Samaría!
Os acostáis en lechos de marfil; arrellanados en divanes, coméis carneros de] rebaño y terneras del establo; canturreáis al son del arpa, inventáis, como David, instrumentos musicales; bebéis vino en copas, os ungís con perfumes exquisitos y no os doléis del desastre de José.
Pues encabezarán la cuerda de cautivos y se acabará la orgía de los disolutos.»

 
Segunda lectura
Lectura de la primera carta apóstol san Pablo a Timoteo 6, 11-16
Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza.
Combate el buen combate de la fe.
Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos.
En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor e imperio eterno. Amén.

Palabra de Dios.

 
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
- «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico.
Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.
Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó:
"Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas. "
Pero Abrahán le contestó:
"Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces.
Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros."
El rico insistió:
"Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento."
Abrahán le dice:
"Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen."
El rico contestó:
"No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán."
Abrahán le dijo:
"Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto."»

Palabra del Señor.

 
Comentarios

Que los escuchen.

 

         Esta expresión es la que Abrahán dirige al rico de la parábola, en el Evangelio de hoy, para evitar que sus hermanos terminen en el infierno, la falta más absoluta de amor. Escuchar a Moisés y los profetas, es el resumen de la actitud de quien escucha a Dios que se ha manifestado y revelado en la torá, en la ley y en la literatura profética. Una vez más la clave esta en escuchar.

         En este domingo vigesimosexto del tiempo ordinario seguimos acogiendo la profecía de Amós en la primera lectura. Una profecía que denuncia con el género literario del ¡ay!, una invectiva o imprecación para desenmascarar a los que viven en la permanente injusticia. Los que viven en lujo a costa de exprimir al pobre, olvidando que el pueblo de Israel había sido liberado por el Señor. Los poderosos que se cuidan a sí mismos, sin proteger, ni defender a los pobres y necesitados.

        En el Evangelio, Jesús dirige la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro a los fariseos. Una vez más, un relato en el que se contraponen dos formas de ser, de vivir, de entender las relaciones con Dios y los hermanos. La parábola no pretende profundizar en el tema de la vida más allá de la vida, aún no existía la idea de resurrección tal como la comprendemos los cristianos. Para los judíos estaba el mundo de los ángeles, el seno de Abrahán, y el sheol, el abismo con los tormentos del fuego. El relato insiste en la repercusión, en la consecuencia de una vida en la otra. Es decir, según has vivido la vida terrena, así será la prolongación de esa vida. El rico insensible e insolidario fue al sheol, el mendigo Lázaro es llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Es en esa dramática situación final y definitiva, cuando el rico quiere evitar el tormento a sus cinco hermanos que podían ser y actuar como él. La solución, la respuesta adecuada: escuchar a Moisés y a los profetas. La clave de corregir, mejorar la vida está en la escucha de la ley y los profetas. Por encima, incluso, de la resurrección de un muerto.

         La parábola quiere ser un toque de atención para todos nosotros. La vida más allá de la vida será la prolongación de nuestra vida aquí, tras el juicio de misericordia de Dios. Nos examinarán en el amor concreto, real, al hermano, al necesitado. Por eso es fundamental que escuchemos la Palabra con mayúscula, a Jesucristo. Nosotros no sólo contamos con Moisés y los profetas, sino que tenemos el Evangelio, la Buena Noticia donde Jesús nos dice cada domingo, cada día, cómo orientar y conducir nuestra vida. Pero hemos de escucharla, no sólo oírla. Acogerla, profundizarla, meditarla, aplicarla a mi vida personal y comunitaria. Esa palabra nunca puede justificar la injusticia e insolidaridad.

         La carta a Timoteo nos proporciona un buen elenco de virtudes a practicar en la vida cristiana. La fe como combate, esfuerzo, dedicación, no demos por supuesta la fe. Hay que alimentarla cada día. Y además, la justicia, la piedad, el amor, la paciencia. Tenemos materia de reflexión teórica y práctica para la semana.

 

 

                                               Luis Gurucharri Amóstegui


 
Leyenda



Parroquia Santiago Apóstol, Avd. El Parque, 17 – 22003 Huesca – 974 220 331  / Diseño y Desarrollo WebDreams
Enlaces | Mapa Web | Multimedia | Contacto