Camina despacio, sus piernas delgadas parece que vayan a quebrarse en cualquier momento, va encogida como si la mochila “roxy” fuese demasiado pesada para ella, va absorta en su móvil, tecleando deprisa mensajes sin sentido; a su lado pasan niños, automóviles, árboles que sacan sus flores primaverales y algunas nubes que corretean por el cielo azulado. Pero nada de esto parece llamarle la atención. Llegará a casa malhumorada, se encerrará en su desordenado cuarto, y mirará ahora la pantalla de cristal liquido algo más grande de su ordenador portátil.”. Reconocemos esta imagen en alguien cercano?
Desde luego no es esa la imagen que nos transmite la protagonista de la película que vamos a comentar ahora. Bethany Hamilton es una joven surfista de Hawái, que a los 13 años sufrió el ataque de un tiburón, que le amputó el brazo izquierdo a la altura del hombro, salvando milagrosamente su vida. Pero Bethany no perdió ni la sonrisa ni la esperanza, al contrario: y a pesar de las dificultades de su nueva vida supo sacar del dolor y la desgracia fuerzas suficientes no solamente para volver a su pasión, el surf, sino también para mitigar el dolor de los demás; ayudando a los damnificados por el gran tsunami de Tailandia del año 2004 y viajando por el mundo para apoyar a todos aquellos que tienen alguna discapacidad.
Esta película del director Sean McNamara, se rodó en el año 2011, y ha llegado a las grandes pantallas en España en el mes de Abril de 2012. Es una película fresca, dirigida a un público joven o adolescente, pero con un mensaje muy profundo. Surfeando las gigantescas olas de las cristalinas aguas de Hawái, Bethany Hamilton puede “surfear” con fe y esperanza la difícil ola que la vida le manda. Acepta, y eso a la edad de 13 años no es fácil, la brutal agresión que su cuerpo sufre en los dientes de un tiburón. Y lejos de hundirse, nos da una lección de esperanza y confianza en Dios. Las referencias a Dios y a la oración son constantes a lo largo de la película, ofreciéndonos imágenes muy bonitas y profundas, con unos diálogos muy bellos. Cuando ella le pregunta a su padre en un atardecer al borde del mar, porque le ha pasado eso a ella, el padre le dice que rece y espere la respuesta. Bonito ¿no?
Basada en una historia real, la propia Bethany dobló a Anna Sophia Rob ( que da vida a Bethany Hamitlon en la película) en las impresionantes escenas del surfeo. También hay que destacar la importancia que la película otorga a la familia.
En definitiva una buena película para ver en familia y comentar luego con los hijos sobre todo jóvenes. No todas las jóvenes ni los jóvenes son son como hemos descrito al principio de esta crónica. Hay algunos, muchos, que tiene Fe y Esperanza en la vida. Este es el mensaje que debemos darles.