Al celebrar la Pascua de Resurrección
DECLARAMOS que toda palabra que no sirva para estimular, animar y vivificar, será considerada como peligro social.
ACORDAMOS que sonreír y reír serán muy bien vistos entre nosotros.
DECLARAMOS que la mayor parte de nuestros miedos, complejos y desánimos, son fantasmas y que deben ser retirados de la circulación.
DENUNCIAMOS como subversivas y políticamente incorrectas expresiones tales como “todo está muy mal”, “este mundo no hay quien lo arregle”, “la vida es un asco”, "esto va de mal en peor”, “la Iglesia no tiene remedio”
SE SUBVENCIONA a perpetuidad toda promoción, en la forma que sea, de la bondad, delicadeza, comprensión, tolerancia, respeto, amor...
SE CONCEDE EL TÍTULO DE HIJOS DE DIOS a todos los efectos a quienes se aventuren y corran el riesgo de vivir para hacer felices a los demás.
Finalmente DECLARAMOS el mundo en estado permanente de esperanza.