Tras el paréntesis del verano y las circunstancias derivadas del cambio de párroco, retomamos estos diálogos con nuestro mundo, con mayor ilusión si cabe que al principio. Creemos que merece la pena este intercambio con la cultura que nos rodea.
Esta semana traemos una película de la productora italiana Lux-Vide en colaboración con la RAI, del año 2010 y que en nuestra ciudad hemos podido ver hace unos meses, aunque desgraciadamente su proyección ha pasado casi desapercibida. ¿Porqué las buenas películas no tienen acogida en los medios de comunicación?.
Es una recreación de la vida de San Felipe Neri, un sacerdote nacido en Florencia en 1515 y que fue canonizado el año 1622. “Sed buenos, si podéis”, este era el lema con el que este hombre de Dios, tocado por la Gracia, y por la gracia, utilizaba como punta de lanza de su labor evangelizadora. Estamos en la Roma de 1550, cuando la Iglesia Católica luchaba a brazo partido con la Reforma Protestante y el Concilio de Trento trataba de frenarla mediante la Contrarreforma. Tiempo duros, también para la sociedad, y sobre todo para los niños abandonados, la mayoría hijos e hijas de prostitutas. No contaban para nadie y eran explotados como ladronzuelos por adultos sin escrúpulos. Con un grupo de estos niños iniciará, sin querer, pues el sueño de Filippo Neri era ir con los jesuitas a las misiones, iniciará decimos, una labor de integración y evangelización asombrosa, cuajada de milagros, que la Fe robusta y sencilla de este sacerdote harán posible. Radiografía crítica pero sin estridencias de una Iglesia rigorista en algunos momentos, con un cardenal realmente nefasto, pero al final el propio Papa Gregorio XIII aprobará la fundación del Oratorio.
Es una película preciosa para ver en familia, de una intensidad emotiva alta y con una prodigiosa interpretación del actor Gigi Proietti como Filippo (o Pippo el bueno) como lo llamaba la gente. La Fe testimoniada de esta manera es contagiosa, la mejor forma de evangelizar. Y ahora que estamos en el Año de la Fe, su visionado debería ser obligatoria para los católicos y Centros de educación católica. Sale uno del cine con ganas de leer la biografía de este santo tan cercano y alegre. La Alegría del Evangelio hecha cine. Cuando el Papa le quiso hacer cardenal, el humildemente contestó: “Prefiero el Paraíso”.
Aunque ya no está en cartelera, hay ya disponible DVD en internet, tiendas o en la librería diocesana