“Íbamos a visitar a un amigo. Mientras caminábamos hacia su casa, fui viendo algunas pintadas. Te transcribo algunas. Escuchamos lo que nadie ha dicho, miramos lo que nadie ve. No lo ponía, pero es del japonés ya difunto Okakura Kakuzo. Mi futuro está en una parte verde de la tierra, lo suficientemente grande para poder andar libremente. Esta es de Bob Marley, aquel famoso guitarrista jamaicano. Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo. Es del uruguayo Eduardo Galeano.
Es evidente que los autores de las pintadas eran gente inquieta y que pensaba. Ellos no esperan nada de la Iglesia y, por su parte, la Iglesia los ignora. Están en lo que el Papa llama periferias. Muchos católicos practicantes ni siquiera entienden qué quieren decir estas frases. Quiero creer que algún día esto no será así.
Como éramos varios, nuestro amigo nos dijo: ¡Dejad los abrigos encima de mi cama! Me di cuenta de que había un papelito plastificado sobre la mesilla y… lo leí. Me pareció aprovechable y le hice una foto con el teléfono. Por si te sirve, esto es lo que ponía:
Señor, te pido:
Que hoy, en mi interior reine la serenidad sin angustias ni agobios
Que vea con claridad lo que debo hacer y lo que debo evitar
Que sepa ponerme en el lugar del otro
Que perciba, sobre todo, lo positivo y lo bello
Dame paciencia y constancia, fuerza de voluntad e ilusión
Haz que, más allá de las apariencias, vea a todos como hijos tuyos y hermanos míos
Dame inteligencia y habilidad para ayudar y para transmitir alegría
Haz que nadie ni nada sea peor por mi culpa
Hazme un poco más parecid@ a ti
Pase lo que pase, gracias por este nuevo día