La directora del suplemento mensual vaticano ‘Donne Chiesa Mondo’ fue una de las 35 mujeres invitadas a participar en el Sínodo clausurado el 25 de octubre. Una experiencia que ahora narra con un toque de humor –“solo yo llevaba pantalones”, ha dicho– no exento de cierta indignación y que resume el papel que aún se le asigna a la mujer dentro de la Iglesia.
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