Días tristes para la parroquia de Santiago. Nuestra querida Ninfa descansa desde el 23 de julio en los brazos del Padre.
Catequista desde hace casi cuarenta años, artista encargada de montar el belén durante décadas, de diseñar carteles, de los reportajes fotográficos y vídeos, y de tantas pequeñas y grandes acciones, también voluntaria de Manos Unidas...
Ha llenado la parroquia de alegría, generosidad y muchísimo amor, con su energía y su sonrisa permanente, su optimismo y su entrega incondicional. Sentimos una tristeza inmensa, pero damos GRACIAS a Dios por su vida, por su ejemplo y su legado.
Unidos en la oración y esperanza en la Resurrección, ¡siempre estará en nuestros corazones! ¡Te queremos, Ninfa!