Domingo sexto de Pascua
Juan 14, 15-21
El verdadero amor no son palabras de amor. Las palabras se las lleva el viento. Las palabras de amor, en boca de algunos, son expresiones vacías de contenido. En boca de otros, son hechos. Jesús pone las cosas claras: “el que ama, guarda la fidelidad y trata con amor a aquella persona a la que dice que ama. Si no hay observancia de las palabras y de la memoria del otro, no hay amor”.
Jesús añade un “pequeño detalle”: “Yo pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, en Espíritu de la Verdad”. Esta oración de Jesús está indicando una realidad: la fidelidad a las palabras de Jesús y al mismo Jesús es empresa difícil. No se consigue por un “trabajo por objetivos” de tipo empresarial. Guardar las palabras de Jesús es consecuencia de la oración de Jesús por nosotros y del Defensor, el Espíritu, que el Padre nos envía.
“Itinerario catequético de Pascua. Ciclo A”, de la revista “Catequistas”
Texto: Álvaro GINEL
Ilustración: FANO
Editorial CCS