Domingo segundo de Cuaresma
Domingo de la “transfiguración”. Jesús es reconocido como Hijo Amado por el Padre. Él es la bendición para todos. El nombre en que seremos bendecidos es Jesús, el Enviado, el Hijo amado. La escucha de Jesús es lo que nos da futuro y consistencia. Solo Jesús tiene palabras de vida eterna.
“Cuaresma, camino de creyentes. Ciclo A”, de la revista “Catequistas”
Textos: Álvaro Ginel
Dibujos: Fano